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Mantener nuestras joyas limpias puede marcar una diferencia estética nada desdeñable. Mientras que una joya sucia o ennegrecida por el tiempo nos puede dar un aspecto descuidado, la misma joya limpia y pulida puede darnos un toque de clase y distinción. Es por eso por lo que en este artículo te contamos cómo mantener limpias tus joyas dependiendo de su material de fabricación.

Como limpiar diamantes

La mejor forma de limpiar los diamantes es empleando una mezcla de amoniaco y agua, esta mezcla nos permitirá limpiar la joya sin dañar en modo alguno la pieza.

No debemos emplear nunca soluciones de cloro o lejía ni usar un método en el que la piedra sea golpeada, ya que a pesar de ser el material más duro del mundo podría acabar rompiéndose o dañando el objeto en el que se encuentra engastado el diamante.

Limpiar joyas de plata

La plata es un metal que se oxida y pierde su hermoso brillo natural con relativa facilidad. Por suerte, limpiar las joyas de plata y devolver ese brillo es igual de sencillo, ya que los supermercados venden a precios muy asequibles limpiadores especiales para este metal que en menos de cinco minutos devolverán todo el lustre a tus joyas.

Limpiar joyas de oro

El proceso para limpiar nuestras joyas y anillos de oro es bien sencillo. Únicamente necesitaremos detergente líquido para lavar platos y un cepillo de dientes de cerdas suaves que podremos encontrar en cualquier farmacia.

El primer paso será hacer una solución con el detergente y un tazón de agua tibia (importante que no esté ni caliente ni fría). Una vez elaborada esta solución sumergiremos durante cinco o seis minutos nuestras joyas en la misma. El último paso será frotar las joyas con el cepillo de dientes y aclararlas con agua.  

Limpiar piedras preciosas

Debemos ser especialmente cuidadosos a la hora de limpiar las piedras preciosas. Estas piedras generalmente han recibido algún tipo de tratamiento químico para resaltar su color o su belleza, por esto, exponer la piedra a según qué sustancias químicas podría acabar degradando el aspecto de nuestras joyas o su integridad.

Lo mejor para evitar estos peligros es preguntar al vendedor cual es la forma adecuada de limpiar cada pieza. En caso de ser una reliquia familiar o una pieza que tengamos durante años y queramos limpiar ahora lo más seguro es limpiar la joya simplemente con agua y jabón neutro. De esta forma nos aseguramos que la piedra y la joya no sean dañadas en modo alguno.